septiembre 20, 2020 | |
7:30 pm | |
Pamplona 31001 | |
Calle Mayor 2 | |
Calle Mayor, 2, 31001 |
Sarasate on my mind
JESÚS de MONASTERIO, 1836-1903
Rondó Lievanense para violín y piano, 1893 Al amigo y colega Sarasate, Madrid – 1895 (Reestreno)
PABLO SARASATE, 1844-1908
Capricho Vasco Op. 24, para violín y piano, 1881
ENRIQUE FERNÁNDEZ ARBÓS, 1863-1939
Tango Op. 2 para violín y piano, 1889 A Monsieur Pablo de Sarasate
JUAN MANÉN, 1883-1971
Danza Ibérica nº 3 Calatayud, para violín y piano, 1937 A son ami Pablo Sarasate
JOAQUÍN RODRIGO, 1901- 1999
Capriccio, para violín solo Ofrenda a Pablo Sarasate, 1944
MANUEL COMESAÑA, 1959
El bosque azul para violín y piano (Estreno absoluto)
Sarasate on my mind es el título que hemos dado a este recital, porque refleja la enorme influencia del músico navarro en la historia de la música desde el nacimiento de su fulgurante carrera hasta nuestros días, y porque todos los compositores de este recital, han tenido en mente a Pablo Sarasate a la hora de crear sus obras para violín y piano.
Se trata de un recital inspirado en Pablo Sarasate, que trae al siglo XXI la figura del carismático y célebre violinista navarro. Un programa que refleja, a través de las obras que le dedicaron, el afecto, la simpatía, la admiración y el respeto de quienes le trataron en persona como compañeros y amigos.
Cada una de las obras y de los compositores que se van a interpretar hacen que este programa de recital sea único, singular e irrepetible . Si Pablo Sarasate fue el violinista internacional que asombró al mundo por su extraordinaria facilidad y su sonido único, el violinista mejor pagado de su tiempo, de quien ofreceremos el Capricho Vasco Op. 24, Monasterio fue el profesor de violín por excelencia que creó escuela y que fundó la Sociedad de Cuartetos con el fin de difundir las obras de los clásicos que aún no se escuchaban en España.
Si Enrique Fernández Arbós, amigo de Pablo Sarasate desde que lo conoció en Berlín en 1880 hasta su muerte en 1908, continuó y amplificó la labor de difusión comenzada por su profesor Jesús de Monasterio, primero como violinista y posteriormente como director de orquesta, Juan Manén tomó el relevo de Pablo Sarasate con una carrera internacional menos conocida, pero también de gran valor.
Como no dedicar unas cariñosas líneas a Joaquín Rodrigo, que fue impulsor de las celebraciones que en 1944 conmemoraron el Primer Centenario del Nacimiento de Pablo Sarasate. Planeó el proyecto de celebrar unas jornadas en torno a los micrófonos de Radio Madrid con una corona de piezas violinísticas. Su Ofrenda a Sarasate es, según sus propias palabras, su obra más ambiciosa escrita para un solo instrumento, después del Preludio al gallo mañanero. Joaquín Rodrigo contribuyó con esta original obra para violín solo: Capriccio Ofrenda a Sarasate.
Manuel Comesaña, nació en Vigo (1959). Es un compositor innovador alejado de cualquier estereotipo, que amalgama con extraordinario resultado la música clásica y el jazz, el postlirismo, la música repetitiva y el minimalismo. Sus referentes musicales hay que buscarlos en Génesis, Yes, King Crimson o Mahavishnu. Creador de numerosa música para cortometrajes y dibujos animados. Infinidad de sintonías para publicidad y los primeros tonos para móviles de Orange, Movistar o Vodafone salieron de sus manos.
En 2007, fue el ganador del Primer Premio Franz Liszt Foundation con la obra para cello y piano Retrato de mi madre. Su CD Cinco Cuentos Lidios, interpretado por Miguel Baselga y presentado en el Auditorio Manuel de Falla en 2019 con gran éxito reflejan la trayectoria en permanente ascenso de este compositor de currículum outsider que está en plena expansión.
Dos hitos contiene este recital:
1/ El reestreno del Rondó lievanense de Monasterio, partitura que sólo existe en forma manuscrita, que no se ha vuelto a interpretar desde final del siglo XIX.
2/ El estreno absoluto de El bosque azul, obra escrita por Manuel Comesaña durante la primavera de 2020. El compositor parte del juego numérico que forman la fecha de nacimiento (44) y los años que vivió Sarasate (64) para crear una sugestiva pieza en la que el pop, el ritmo marcado y a veces repetitivo se ven envueltos de un lirismo de plena actualidad, dando lugar a unos sorprendentes efectos tímbricos que, estamos seguros, van a subyugar al público que se acerque a escucharnos.